InuYasha::

La Historia
Inu Yasha es el último trabajo hasta el momento de la autora y aún no ha finalizado en Japón. Cuenta la historia de Kagome, una estudiante quinceañera normal y corriente que vive con su familia en el santuario de Higurashi. Como seguramente os habrá ocurrido a todos vosotros, menos a mi, en la casa de Kagome hay un pozo que sirve de portal temporal hacia un Japón medieval, en pleno periodo de guerras civiles. Imaginaos la escena: una chica de 15 años, vestida de marinerito, que no sabe qué narices hace allí, haciendo acto de presencia en un Japón varios siglos atrás en el pasado. No me negaréis que, como mínimo, es chocante.

En el Japón antiguo al que llega Kagome, las cosas no estaban muy tranquilas que digamos. Inu Yasha, un joven perro demonio, quiere arrebatar La joya de las cuatro almas (un joya que da más poder a los monstruos) a una de las habitantes de una aldea (que resultará ser pariente de Kagome). Este antepasado morirá durante el combate, pero Inu Yasha tampoco quedará muy bien parado al ser atrapado por un conjuro/flecha realizado por ésta antes de morir. Esa joya, con el paso de los siglos, irá a parar a manos de Kagome (más que a manos, mejor sería decir "a estómago"). Y Kagome, por una de esas casualidades de la vida, irá a parar a esa época.

Cuando llega Kagome, y como lleva encima una joya tan preciada por el gremio de los monstruos, enseguida se convierte en el centro de las miradas de todos los monstruos de la zona y alrededores. De buen principio ve a Inu Yasha, víctima del conjuro antes comentado y después es apresada por los miembros de la tribu ("con esas pintas...", pensarán). El ataque imprevisto de un montruo provocará el caos en la aldea, además de la resurrección de Inu Yasha y un descubrimiento vital dentro de la historia del manga: en el interior de Kagome estaba depositada La joya de las cuatro almas. Y digo que "estaba" porque el monstruo se la arranca de un bocado. La situación es crítica, Kagome está herida y la única persona que puede ayudarla (por fuerza, que no por ganas) no puede hacerlo... a no ser que Kagome le ayude. A pesar de los ruegos de los aldeanos, Kagome accede ayudar a perro-demonio y liberarle del hechizo. Acto seguido destroza al monstruo en un santiamén. Pero Inu Yasha no ha cambiando sus pretensiones y busca a cualquier precio la dichosa joya. Suerte que Kagome, que durante la batalla ha demostrado tener "facultades especiales", puede controlarlo de aquella manera.